martes, 15 de junio de 2010

DE COLORES...

"La verdadera sabiduría está en reconocer la propia ignorancia"
Sócrates

"Saber que no se sabe es humildad. Pensar que uno sabe lo que no sabe es enfermedad"
Lao-Tse

Esta madrugada mientras me encontraba sumergido en el ocio y charlaba con algunas amistades por msn, encendí el televisor, sintonicé el canal FOX y me dispuse a ver uno de los tantos y tan retransmitidos episodios de “Los Simpsons”.

Homero: Lisa, ¿Por qué no me lo advertiste?, ser un cerebrito me ha alejado de todos mis amigos.

Lisa: Papá, al aumentar la inteligencia disminuye la felicidad.

Fragmento del episodio 12 de la temporada 9. Capítulo en el cual a Homero le extirpan un crayón del cerebro, lo que eleva su CI.

Ignorancia = Felicidad. Es bien sabido que toda respuesta es acompañada del descubrimiento de nuevos cuestionamientos. Cada duda resuelta conlleva a una serie de razonamientos que desencadenan nuevas preguntas y esto nos conduce a la incansable búsqueda de más respuestas. Esto extiende ante nosotros una infinidad de posibilidades, un sin número de caminos por recorrer y un sinfín de experiencias por vivir. ¿Cuál es el problema? Que nuestra estadía terrenal es demasiado cortar para alcanzar todas esas posibilidades y recorrer todos esos caminos, lo cual genera una de las mayores frustraciones del hombre. Así mismo al verse envuelto por tantas incógnitas el hombre siente el deseo de responderlas todas, pero cada vez aparecen más signos de interrogación, provocando así, en una gran cantidad de casos, que el hombre no pueda sentirse satisfecho. Al sentirse inconforme, cuestiona las cosas, al cuestionar las cosas, busca respuestas, al encontrar respuestas, vuelve a sentirse inconforme y entra en un círculo vicioso.

Entonces surge para mí la siguiente cuestión. ¿Hasta qué punto es capaz el hombre de perseguir el conocimiento sin convertirse en un mártir?

Pues bien si tomamos el hecho de que la ignorancia = felicidad y que el conocimiento es inversamente proporcional a la ignorancia. Podemos sustituir y obtener que F=1/C, donde F=Felicidad y C=Conocimiento. De este modo obtenemos una función del tipo f(x) = 1/x. Y si lo graficamos obtenemos un trazo asintótico. Entonces cuando el conocimiento tiende a 0, la felicidad tiende a infinito y cuando el conocimiento tiende a infinito la felicidad tiende a 0. Por lo tanto puedo obtener de aquí dos premisas. La primera, que uno no puede saberlo todo y por lo tanto ser totalmente infeliz. Y la segunda (lo contrario a la primera). Que uno no puede no saber nada y ser completamente feliz. Esto comprueba el hecho de que si un día usted estimado lector despierta y asegura que “En verdad ya no existe nada más que pueda aprender “, hágase el favor de suicidarse porque al no tener nada más que aprender su conocimiento tiende a infinito y su felicidad a cero.

Sin embargo a mayor conocimiento, surge un mayor número de dudas sin responder, lo cual en teoría nos vuelve más ignorantes. En este caso el conocimiento trae consigo ignorancia y la ignorancia no provoca más la felicidad. ¿Por qué?, creo yo porque en realidad no es el hecho de ser ignorante lo que hace feliz a alguien, si no el hecho de serlo y no estar consciente de ello, entonces uno es feliz cuando “Ignora que ignora”, algo así como aquel que “no entiende que no entiende”. Es por esto quizá, que pareciera que existen personas que se esfuerzan por ser ignorantes o tontuelos. Siendo que tal vez simplemente están en búsqueda de la felicidad.

Yo, por mi parte, mi estimado lector, mi humilde opinión es que uno debe intentar: SER FELIZ CON LO QUE SABE, Y SABER LO QUE NECESITA PARA SER FELIZ.

Saludos.

4 comentarios:

  1. Sergio,
    Efectivamente, el conocimiento da infelicidad, pero la ignorancia no necesariamente es generadora de felicidad… dos puntos a analizar:

    1) Función Multivariable.
    La Felicidad es función del Conocimiento, pero existen más variables (además de la Curiosidad) que le dan la topología al comportamiento de la Felicidad.

    La Curiosidad es tan sólo uno de los 16 insatisfactores, el no obtener alguno de ellos puede conllevar a la pérdida de la felicidad. En un comentario adjunto a la publicación de Mitos y Realidades de hace casi un año (07JUN09), hago referencia a los 16 motivadores (insatisfactores) de Maslow:

    http://fjgarza.blogspot.com/2009/06/vino-parte-1-intelectualoides.html

    En el mismo, hago una caracterización axiológica al comportamiento de Pink Floyd, dada su composición.

    Todos tenemos insatisfactores activos, mientras que otros están apagados. Para una persona que tiene activa la Curiosidad, puede ser que llegue a generar infelicidad al no satisfacerla, sin embargo, para una persona que la tenga apagada, simplemente es intrascendente.

    Lo mismo ocurre con los otros 15 insatisfactores.

    2) Insatisfactores vs. Tópicos Desconocidos.
    La Felicidad se ve mermada por el conocimiento, pero no por la insatisfacción de toparse con nuevas incógnitas, sino por el descubrimiento de factores desconocidos que dan una mejor descripción de la realidad: tópicos nuevos para el individuo que le pueden generar frustración, enojo, coraje, impotencia y, por supuesto, desdicha.

    Sí se acepta la insatisfacción como uno de los detractores de la Felicidad, pero son los menos; la mayor cantidad de desdicha es generada por el conocimiento de factores desconocidos. Ejemplos:
    a) Una persona que lee El Porvenir tiene acceso a menos “Nota Roja” y “Periodismo Amarillista” que una persona que lee El Norte. Inclusive, si leyera exclusivamente el Diario Oficial de la Federación, entonces estaría mejor informado y sin crisis de felicidad.
    b) Una persona que escucha los noticieros de Multimedios, Imagen, Televisa o TVAzteca, CNN, NBC y demás basura, tiene más desdicha que otra persona que escucha exclusivamente el noticiero de Opus 102. Por cierto, no es lo mismo observar el Canal del Congreso que el Discovery, NatGeo o cualesquier otro de los noticieros que se transmiten en Norteamérica; además, uno está mejor informado al ver el Canal del Congreso, ya que es la información directa de la fuente.

    Saludos.

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  2. Sergio,
    el título me recordó la muy antigua y tradicional pieza que reza:

    "y por eso los grandes amores
    de muchos colores
    me gustan a mí"

    Comparto plenamente dicha propuesta:
    ¡En la variedad está el gusto!

    Saludos.

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  3. Precisamente por eso intitulé así esta entrada, grácias por los comentarios Chuy. Y claro en la variedad está el gusto. ¡SALUD!

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  4. Será el sereno, pero la felicidad no obedece ni a una función 1/x ni a una transformación homeomórfica -topología-, más bien ocurre que es un atractor extraño, tanto la ignorancia como la sabiduría llevarían al mismo punto de felicidad dependiendo de los factores y variables del individuo. Por ejemplo yo, si mi sabiduría fuera infinita no estaría donde estoy, más bien me la pasaría creando nuevos universos, repletos de mujeres hermosas.
    Saludos

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